Ayer (sábado 10 de junio) fue un día grande, precioso, uno de esos días que quedan en la retina de todos los que tuvimos la oportunidad (y la gracia) de ser partícipes.

El protagonista era, claro, el nuevo obispo complutense, nuestro nuevo pastor, Don Antonio Prieto Lucena.  Pero también, el pueblo fiel, la Iglesia doméstica de Alcalá. El grupo scout tuvimos el privilegio y el honor de ser invitados a coordinar el servicio de orden fuera de la catedral, tarea a la que nos ofrecimos encantados, y que nos pusimos a preparar hace ya algunas semanas.

Un equipo de 34 voluntarios, entre chicos y chicas del grupo, jefes/monitores, algunos miembros de otros grupos de nuestra asociación (gracias en particular a la alta patrulla de Nuestra Señora de Fátima y a Alberto Arjomil, siempre listo para servir), y algunos padres del grupo que completaron el equipo, pusimos todo de nuestra parte para, como proponía nuestro protocolo “favorecer que sea un día de fiesta y fraternidad para nuestra ciudad”, estando “disponibles para ayudar en todo lo que esté en nuestra mano a todas las personas que participarán en el evento”.

Seguro que hubo muchas cosas que podíamos haber hecho mejor, y algunas en las que metimos la pata, por las que desde aquí pedimos disculpas, pero tenemos la tranquilidad de saber que hemos puesto todo de nuestra parte para embellecer un poco más este gran día.

Y es un gran día porque, tras este periodo transitorio por fin tenemos un nuevo pastor, el cordobés D. Antonio Lucena Prieto, al que queremos brindar nuestra más calurosa bienvenida, todo nuestro cariño y respeto, y a cuyo servicio las guías y scouts de Europa nos ponemos, ya desde antes de su toma de posesión.

Este tiempo en el que D. Jesús Vidal nos ha cuidado tan bien como administrador apostólico desde que desde Roma aceptaran la renuncia de D. Juan Antonio Reig Pla, nuestro padre y pastor todos estos años, impulsor de estos grupos Justo y Pastor y Virgen del Val, al que tanto tenemos que agradecer y tanto cariño profesaremos siempre. No podíamos expresar nuestra alegría por el nuevo nombramiento, sin reconocer y agradecer el apoyo y el cariño que siempre hemos recibido de ambos.

Nos unimos particularmente a D. Antonio en su deseo de que la nuestra sea una diócesis “rica en historia, y, al mismo tiempo, viva y joven”, respetando y promoviendo nuestras tradiciones, como el culto a nuestros patronos Justo y Pastor y a nuestra madre particular, la Virgen del val, ya desde los más pequeños, pero también entre los jóvenes.

Queremos, con usted, trabajar para seguir haciendo de nuestra diócesis una Iglesia alegre y misionera, en nuestro caso particular ayudando a nuestros niños y jóvenes a “cuidar con esmero su vida interior, y su vida cristiana en todas sus dimensiones”, como parte de su camino de santidad personal que nos lleve a una auténtica amistad con Cristo desde la que podamos ponernos “al servicio de la caridad y de la nueva evangelización”.

 

 

Animamos desde aquí a todos los miembros de nuestros grupos a escuchar o leer detenidamente las palabras de nuestro nuevo pastor, que son un auténtico programa pastoral al que desde la jefatura del grupo nos unimos de manera particular.

Muchas gracias D. Antonio por su valentía al aceptar este reto que el Señor le pone en estos tiempos difíciles para la Iglesia, en nuestros grupos tendrá siempre un colaborador fiel.

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